DESCIFRANDO TU MISIÓN DE VIDA

El otro día di terapia a un chavo (llamémosle «Gustavo») de 20 años,
Creyendo que su problema era con su papá.
Su papá, eminente abogado, le retiró el apoyo económico 3 años atrás,
cuando salió de la prepa y no se metió a estudiar una carrera inmediatamente.

Su papá le dijo "Estudia lo que sea, pero estudia",
y "Gustavo" prefirió tomarse 1 año sabático para decidir.

Al terminar el año se metió a estudiar Comercio Internacional,
pero lo dejó 6 meses después,
al darse cuenta que aborrecía todas las materias.

Habló con su padre, pero como muchos otros,
éste tiene metido hasta el... tuétano, el programa de Carrera = Éxito.

Así que, en vez de comprenderlo y orientarlo,
su papá se dedicó a juzgar a su hijo, tomándolo como un vago,
poco inteligente, flojo, fracasado y otros adjetivos desmotivantes.

"Gustavo" no es una pera en dulce, ni será el ser humano mas machetero
pero ¿Quién lo es? Este chavo sólamente tenía una falta de claridad en su camino,
y lo último que necesita para decidirse, son adjetivos descalificativos.

Pero después de platicar sobre sus gustos y pasiones,
seguíamos sin llegar a nada.

Así que le propuse un ejercicio hipnótico.
A través de un trance ligero,
nos comunicaríamos con su MENTE SUPRACONSCIENTE,
ese campo mental profundo, que es la base misma de las otras capas de la mente.

Muchos le llaman el alma, el libro akashico
y otras términos, que por ahora resultan irrelevantes.

Ya conectados con su supraconsciente,
le haríamos una serie de preguntas que,
por proceso de eliminación, nos dirían
cual era la misión de vida de "Gustavo",
para que pudiera decidir que tipo de estudios
le encaminarían a cumplir mejor su propósito original,
y así vivir mas feliz.

Después de unos minutos de inducción al trance,
y otros cuantos de mí preguntándole con mi mente
a su mente decenas de opciones,
al fin surgió una ganadora: MÉDICO.

Su misión de vida, era curar a los demás.

Cuando le dije sus resultados, sus ojos se abrieron como platos.
¿Médico? Me preguntó.
¡Si no puedo ver sangre sin desmayarme! Exclamó.
Bueno, le comenté, la medicina occidental y la cirugía
no eran el único camino.
Hablamos de las opciones en medicina alternativa,
naturopatía, medicina tradicional china, etc.

Y sus ojos relampaguearon de nuevo.
¡Ya capté! -Dijo.
-Mi abuela (Paterna), siempre me pedía que le ayudara 
a hacer sus "pociones" y a organizar sus hierbas.
Su abuela era herborista, y tenía una pequeña botica cerca de Xochimilco.

Me dijo que fueron los días mas felices de su vida,
no sólo porque rondaba los 8 años y no había responsabilidades,
sino porque hacer esas "pociones" le hacían sentir
que podía salvar al mundo entero.
Además de que diario escuchaba las historias
de su sabia abuela, quien murió cuando él tenía 14.

Y entonces lo supo:
-No quiero ser doctor de esos que meten cuchillo,
pero tampoco de esos de Simi,
quiero ser un médico natural.

A partir de ese día, se puso a buscar como loco,
los lugares en donde se enseñaba el antiguo arte de las hierbas,
y encontro que Chapingo (Uno de los lugares donde yo estudié),
era su mejor opción.

Habló con su padre, que al principio se mostró reacio,
pero después de recordar la labor de su madre,
no sólo le ahora le paga los estudios a "Gustavo",
sino que le ayudó a recuperar muchos libros y artilugios
que tenía la abuela, en la botica de Xochimilco.

"Gustavo", en unos meses será un gran colega mío.
Realmente no tenía un problema con su padre,
lo tenía consigo mismo, por su falta de claridad.
Lo tenía consigo mismo por olvidar lo que mas amó en los viejos tiempos,
su abuela, las "pociones mágicas" y el ayudar a los demás.

La misión de vida, es simple de definir.
Sólo recuerda esos sueños que tenías en los viejos tiempos,
sólo recuerda, lo que más has amado hacer en esta vida.

Como dice Facundo Cabral:
"El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito."

Alejandro Lavín.